domingo, 15 de marzo de 2020

Algunas consideraciones en relacion a la metolodologia ABA y la Aceptacion del Autismo

Primero que todo, aclarar que este blog está escrito desde la aceptación y compromiso con la neurodiversidad en nuestras prácticas. Por lo tanto, en este espacio no se discutirá ni se promoverá la metodología ABA.

El ABA (Análisis Aplicado de la Conducta) es una de las metodologías más famosas en el mundo del autismo por su efectividad en transformar comportamientos llamados "desadaptativos" en conductas "adaptativas" o "funcionales", a traves de la utilización de refuerzos positivos y negativo. No obstante, su objetivo principal pareciese estar fuertemente orientado a hacer a los niños dentro del espectro indistinguible de sus pares neurotípicos.

Me explico, mi problema con la metodología radica en que no se investiga los motivos de fondo por el que el niño presenta conductas percibidas como indeseables, no tomando en ninguna consideración sentimientos de frustración o malestar subyacentes a esos comportamientos. No se incentiva el entregarles a los niños herramientas para comunicar sus sentimientos y emociones para explorar esos comportamientos, ni tampoco incentiva la reformulación de nuestras prácticas. Quizás el método que estamos utilizando como padres o educadores no está siendo lo suficientemente claro, o la naturaleza de la tarea es demasiado compleja, o tal vez hay algo en la sala de clases o en el hogar que lo perturba sensorialmente. Actualmente el ABA es mayoritariamente utilizado para cambiar al individuo y sus conductas que interfieren con el funcionamiento de una sala de clases, es entonces fundamental preguntarse, ¿para quién está siendo funcional esta modificación de la conducta? 

La metodología ABA enseña a los individuos autistas a imitar el comportamiento neurotípico sin comprenderlo. Muchos adultos dentro del espectro que pasaron por ABA han reportado sentir que viven sus vidas en una obra de teatro, como si estuviesen actuando, teniendo una sensación de falsedad derivada de la falta de aceptación social que no les permite mostrar su verdadero yo. Es por tanto que creo firmemente que el camino para ayudar a las personas autistas comienza con la comprensión de su punto de vista, y que nuestra prioridad debe ser comunicar y empatizar en lugar de imponer una forma de vivir en el mundo.
 
En estos momentos me encuentro en una constante búsqueda de otro tipo de interpretar, comprender y apoyar a la comunidad autista, principalmente para impulsarlos a ser ellos los protagonistas de las nuevas formas de hacer terapia. Pero para que esto ocurra considero que el enfoque que se necesita en terminos de intervención temprana es el de la comunicación, permitiéndoles expresar sus frustraciones, molestia, aburrimiento, incomprensión en un espacio seguro, entregando estrategias con la finalidad de alcanzar su máximo potencial que tengan sentido en sus propios términos.